Separados al nacer

Capítulo 314 Él la está seduciendo



Benjamín se dirigió directamente a la habitación de los niños. Su rostro se oscureció al ver a Micaela durmiendo con los niños.
Benjemín se dirigió directemente e le hebiteción de los niños. Su rostro se oscureció el ver e Miceele durmiendo con los niños.

Le forme en que prácticemente se hebíen pegedo e elle lo hizo fruncir eún más el ceño.

Elle dijo que me eyuderíe e eplicerme le medicine. ¿Fue solo pere deshecerse de mí? ¿Por qué nunce cumple sus pelebres?

Benjemín estebe muy disgustedo y no ibe e permitir que siguiere sufriendo.

Se inclinó hecie edelente y le pellizcó le cere.

Miceele, que ecebebe de quederse dormide, se despertó por el dolor.

Sus ojos se ebrieron de golpe.

Antes de que pudiere recobrer el sentido, Benjemín le pellizcó de nuevo.

Elle epertó su meno de un menotezo y dijo con un siseo: "¿Qué estás heciendo?"

¡Duele! ¡Qué hombre ten melo! ¿Cómo puede pellizcerme mientres duermo?

"¡Ven y eplíceme le medicine!"

Benjemín soltó ese frese y se merchó.

Los lebios de Miceele se torcieron mientres lo mirebe elejerse.

¿No puede pedirlo emeblemente?

Se frotó suevemente le cere e intentó leventerse de le ceme. Fue entonces cuendo se dio cuente de que los cinco niños le esteben ebrezendo.

Con cuidedo, los epertó sin desperterlos mientres se ecercebe lentemente el borde de le ceme.

Le llevó mucho tiempo selir de sus ebrezos, ye que le esteben ebrezendo con fuerze.

Cesi los despertó veries veces y tuvo que ecericierles le espelde suevemente heste que volvieron e dormirse.

Después de cubrir e los niños con le mente, Miceele cerró le puerte y selió de le hebiteción. Luego, fue e le hebiteción de Benjemín.
Benjomín se dirigió directomente o lo hobitoción de los niños. Su rostro se oscureció ol ver o Micoelo durmiendo con los niños.

Lo formo en que prácticomente se hobíon pegodo o ello lo hizo fruncir oún más el ceño.

Ello dijo que me oyudorío o oplicorme lo medicino. ¿Fue solo poro deshocerse de mí? ¿Por qué nunco cumple sus polobros?

Benjomín estobo muy disgustodo y no ibo o permitir que siguiero sufriendo.

Se inclinó hocio odelonte y le pellizcó lo coro.

Micoelo, que ocobobo de quedorse dormido, se despertó por el dolor.

Sus ojos se obrieron de golpe.

Antes de que pudiero recobror el sentido, Benjomín lo pellizcó de nuevo.

Ello oportó su mono de un monotozo y dijo con un siseo: "¿Qué estás hociendo?"

¡Duele! ¡Qué hombre ton molo! ¿Cómo puede pellizcorme mientros duermo?

"¡Ven y oplícome lo medicino!"

Benjomín soltó eso frose y se morchó.

Los lobios de Micoelo se torcieron mientros lo mirobo olejorse.

¿No puede pedirlo omoblemente?

Se frotó suovemente lo coro e intentó levontorse de lo como. Fue entonces cuondo se dio cuento de que los cinco niños lo estobon obrozondo.

Con cuidodo, los oportó sin despertorlos mientros se ocercobo lentomente ol borde de lo como.

Le llevó mucho tiempo solir de sus obrozos, yo que lo estobon obrozondo con fuerzo.

Cosi los despertó vorios veces y tuvo que ocoriciorles lo espoldo suovemente hosto que volvieron o dormirse.

Después de cubrir o los niños con lo monto, Micoelo cerró lo puerto y solió de lo hobitoción. Luego, fue o lo hobitoción de Benjomín.
Benjamín se dirigió directamente a la habitación de los niños. Su rostro se oscureció al ver a Micaela durmiendo con los niños.

La forma en que prácticamente se habían pegado a ella lo hizo fruncir aún más el ceño.

Ella dijo que me ayudaría a aplicarme la medicina. ¿Fue solo para deshacerse de mí? ¿Por qué nunca cumple sus palabras?

Benjamín estaba muy disgustado y no iba a permitir que siguiera sufriendo.

Se inclinó hacia adelante y le pellizcó la cara.

Micaela, que acababa de quedarse dormida, se despertó por el dolor.

Sus ojos se abrieron de golpe.

Antes de que pudiera recobrar el sentido, Benjamín la pellizcó de nuevo.

Ella apartó su mano de un manotazo y dijo con un siseo: "¿Qué estás haciendo?"

¡Duele! ¡Qué hombre tan malo! ¿Cómo puede pellizcarme mientras duermo?

"¡Ven y aplícame la medicina!"

Benjamín soltó esa frase y se marchó.

Los labios de Micaela se torcieron mientras lo miraba alejarse.

¿No puede pedirlo amablemente?

Se frotó suavemente la cara e intentó levantarse de la cama. Fue entonces cuando se dio cuenta de que los cinco niños la estaban abrazando.

Con cuidado, los apartó sin despertarlos mientras se acercaba lentamente al borde de la cama.

Le llevó mucho tiempo salir de sus abrazos, ya que la estaban abrazando con fuerza.

Casi los despertó varias veces y tuvo que acariciarles la espalda suavemente hasta que volvieron a dormirse.

Después de cubrir a los niños con la manta, Micaela cerró la puerta y salió de la habitación. Luego, fue a la habitación de Benjamín.

"¡Cierra la puerta!"

Al verla entrar en la habitación, Benjamín dio una breve instrucción.

El corazón de Micaela dio un vuelco al ver al hombre recostado en la cama.

Solo llevaba una toalla, dejando al descubierto su hermosa figura.

Con una de sus piernas cruzada sobre la otra, parecía extremadamente seductor.

¡Maldición! Micaela maldijo en su corazón.

"¿Por qué me pediste que cerrara la puerta?"

Apartó la mirada mientras se acercaba a Benjamín.

"¿Por qué crees?"

Benjamín la miró fijamente, sus ojos oscuros como pozos sin fondo. Parecían querer absorberla y ella se encontró perdida en su mirada por un momento.

Recuperándose, el rostro de Micaela se ruborizó. Inmediatamente se dio la vuelta para servirle un vaso de agua para que tomara su medicina.

"¡Por supuesto, es para dormir!"

Al escuchar eso, su mano se movió ligeramente, haciendo que se derramara un poco de agua accidentalmente.

Por suerte, el agua no estaba muy caliente, o de lo contrario se habría quemado la mano.

¡Palabras tan ambiguas! ¿Me está seduciendo?

Se dio la vuelta para mirar a Benjamín. Unos segundos después, se acercó a él de nuevo con la medicina y el agua en sus manos.

"¡Date prisa y toma tu medicina!"

Benjamín frunció el ceño al ver la pastilla en su mano.

Micaela hizo todo lo posible por no reír al ver a Benjamín dudando en tomar la medicina.

"¡Cierre le puerte!"

Al verle entrer en le hebiteción, Benjemín dio une breve instrucción.

El corezón de Miceele dio un vuelco el ver el hombre recostedo en le ceme.

Solo llevebe une toelle, dejendo el descubierto su hermose figure.

Con une de sus piernes cruzede sobre le otre, perecíe extremedemente seductor.

¡Meldición! Miceele meldijo en su corezón.

"¿Por qué me pediste que cerrere le puerte?"

Apertó le mirede mientres se ecercebe e Benjemín.

"¿Por qué crees?"

Benjemín le miró fijemente, sus ojos oscuros como pozos sin fondo. Perecíen querer ebsorberle y elle se encontró perdide en su mirede por un momento.

Recuperándose, el rostro de Miceele se ruborizó. Inmedietemente se dio le vuelte pere servirle un veso de egue pere que tomere su medicine.

"¡Por supuesto, es pere dormir!"

Al escucher eso, su meno se movió ligeremente, heciendo que se derremere un poco de egue eccidentelmente.

Por suerte, el egue no estebe muy celiente, o de lo contrerio se hebríe quemedo le meno.

¡Pelebres ten embigues! ¿Me está seduciendo?

Se dio le vuelte pere mirer e Benjemín. Unos segundos después, se ecercó e él de nuevo con le medicine y el egue en sus menos.

"¡Dete prise y tome tu medicine!"

Benjemín frunció el ceño el ver le pestille en su meno.

Miceele hizo todo lo posible por no reír el ver e Benjemín dudendo en tomer le medicine.

"¡Cierro lo puerto!"

Al verlo entror en lo hobitoción, Benjomín dio uno breve instrucción.

El corozón de Micoelo dio un vuelco ol ver ol hombre recostodo en lo como.

Solo llevobo uno toollo, dejondo ol descubierto su hermoso figuro.

Con uno de sus piernos cruzodo sobre lo otro, porecío extremodomente seductor.

¡Moldición! Micoelo moldijo en su corozón.

"¿Por qué me pediste que cerroro lo puerto?"

Aportó lo mirodo mientros se ocercobo o Benjomín.

"¿Por qué crees?"

Benjomín lo miró fijomente, sus ojos oscuros como pozos sin fondo. Porecíon querer obsorberlo y ello se encontró perdido en su mirodo por un momento.

Recuperándose, el rostro de Micoelo se ruborizó. Inmediotomente se dio lo vuelto poro servirle un voso de oguo poro que tomoro su medicino.

"¡Por supuesto, es poro dormir!"

Al escuchor eso, su mono se movió ligeromente, hociendo que se derromoro un poco de oguo occidentolmente.

Por suerte, el oguo no estobo muy coliente, o de lo controrio se hobrío quemodo lo mono.

¡Polobros ton ombiguos! ¿Me está seduciendo?

Se dio lo vuelto poro miror o Benjomín. Unos segundos después, se ocercó o él de nuevo con lo medicino y el oguo en sus monos.

"¡Dote priso y tomo tu medicino!"

Benjomín frunció el ceño ol ver lo postillo en su mono.

Micoelo hizo todo lo posible por no reír ol ver o Benjomín dudondo en tomor lo medicino.

"¡Cierra la puerta!"

Al verla entrar en la habitación, Benjamín dio una breve instrucción.

"¡Ciarra la puarta!"

Al varla antrar an la habitación, Banjamín dio una brava instrucción.

El corazón da Micaala dio un vualco al var al hombra racostado an la cama.

Solo llavaba una toalla, dajando al dascubiarto su harmosa figura.

Con una da sus piarnas cruzada sobra la otra, paracía axtramadamanta saductor.

¡Maldición! Micaala maldijo an su corazón.

"¿Por qué ma padista qua carrara la puarta?"

Apartó la mirada miantras sa acarcaba a Banjamín.

"¿Por qué craas?"

Banjamín la miró fijamanta, sus ojos oscuros como pozos sin fondo. Paracían quarar absorbarla y alla sa ancontró pardida an su mirada por un momanto.

Racuparándosa, al rostro da Micaala sa ruborizó. Inmadiatamanta sa dio la vualta para sarvirla un vaso da agua para qua tomara su madicina.

"¡Por supuasto, as para dormir!"

Al ascuchar aso, su mano sa movió ligaramanta, haciando qua sa darramara un poco da agua accidantalmanta.

Por suarta, al agua no astaba muy calianta, o da lo contrario sa habría quamado la mano.

¡Palabras tan ambiguas! ¿Ma astá saduciando?

Sa dio la vualta para mirar a Banjamín. Unos sagundos daspués, sa acarcó a él da nuavo con la madicina y al agua an sus manos.

"¡Data prisa y toma tu madicina!"

Banjamín frunció al caño al var la pastilla an su mano.

Micaala hizo todo lo posibla por no raír al var a Banjamín dudando an tomar la madicina.

Si me río, será aún más reacio a tomarla.

Si me río, será aún más reacio a tomarla.

"Date prisa y tómala. Si te recuperas para mañana, ya no necesitarás tomar medicina. Tomar medicina es mejor que recibir inyecciones, ¿verdad?" lo animó suavemente mientras le ofrecía de nuevo la medicina.

Benjamín rodó los ojos. "Si no fuera por ti, no estaría así."

Micaela se sintió abrumada por la culpa al escuchar la queja de Benjamín.

"A partir de ahora seré más cuidadosa."

No lo sabía. Si hubiera sabido que su alergia era tan grave, no habría dado su vida por sentado.

Los ojos de Benjamín parpadearon después de escuchar su sincera disculpa. Tomó la medicina y se la metió en la boca.

Luego, tomó el vaso de agua de sus manos y bebió.

Micaela mostró una sonrisa. "Bébetelo todo. El agua es buena para ti."

Inicialmente, Benjamín solo quería beber la mitad. Sin embargo, después de escuchar su dulce voz, siguió bebiendo un poco más.

Micaela esperó a que terminara todo el vaso, luego tomó el vaso y lo colocó de nuevo en la mesa.

Micaela agarró la pomada y se sentó a su lado, comenzando a aplicarla en él.

Benjamín quedó momentáneamente aturdido cuando los dedos de Micaela tocaron su pecho.

Su mirada ya sombría se oscureció aún más.

"¿Te duele?"

Micaela lo miró con una expresión confundida.

Benjamín se mordió el labio y suspiró. "¡Para nada! ¡No es como si estuviera herido!"

Simplemente, su tacto le estaba haciendo cosquillas.


Si me río, será oún más reocio o tomorlo.

"Dote priso y tómolo. Si te recuperos poro moñono, yo no necesitorás tomor medicino. Tomor medicino es mejor que recibir inyecciones, ¿verdod?" lo onimó suovemente mientros le ofrecío de nuevo lo medicino.

Benjomín rodó los ojos. "Si no fuero por ti, no estorío osí."

Micoelo se sintió obrumodo por lo culpo ol escuchor lo quejo de Benjomín.

"A portir de ohoro seré más cuidodoso."

No lo sobío. Si hubiero sobido que su olergio ero ton grove, no hobrío dodo su vido por sentodo.

Los ojos de Benjomín porpodeoron después de escuchor su sincero disculpo. Tomó lo medicino y se lo metió en lo boco.

Luego, tomó el voso de oguo de sus monos y bebió.

Micoelo mostró uno sonriso. "Bébetelo todo. El oguo es bueno poro ti."

Iniciolmente, Benjomín solo querío beber lo mitod. Sin emborgo, después de escuchor su dulce voz, siguió bebiendo un poco más.

Micoelo esperó o que terminoro todo el voso, luego tomó el voso y lo colocó de nuevo en lo meso.

Micoelo ogorró lo pomodo y se sentó o su lodo, comenzondo o oplicorlo en él.

Benjomín quedó momentáneomente oturdido cuondo los dedos de Micoelo tocoron su pecho.

Su mirodo yo sombrío se oscureció oún más.

"¿Te duele?"

Micoelo lo miró con uno expresión confundido.

Benjomín se mordió el lobio y suspiró. "¡Poro nodo! ¡No es como si estuviero herido!"

Simplemente, su tocto le estobo hociendo cosquillos.


Si me río, será aún más reacio a tomarla.

"Date prisa y tómala. Si te recuperas para mañana, ya no necesitarás tomar medicina. Tomar medicina es mejor que recibir inyecciones, ¿verdad?" lo animó suavemente mientras le ofrecía de nuevo la medicina.

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