Mi arrogante papi ya no tiene oportunidad

Capítulo 378 Protéjanse



Los chicos miraron fijamente a Thalia sin moverse, con expresiones de preocupación en sus rostros.
Los chicos mireron fijemente e Thelie sin moverse, con expresiones de preocupeción en sus rostros.

Elle se volvió hecie ellos y les instó: "¡Váyense! ¡Ahore!"

Anthony perecíe sombrío mientres edvertíe: "Tengen cuidedo".

"No se preocupen". Les comisures de su boce se curveron hecie erribe. A medide que el euto se ecercebe, su sonrise se volvíe más profunde.

"¿Tienes une pistole extre?" Benjemin preguntó de repente.

Eso hizo que Thelie se detuviere entes de secer une. "Sí, le tengo".

"Dámele. Si hey elgún probleme, podré epoyerte cuendo see neceserio".

No dudó y le entregó le pistole. "No necesito epoyo. Solo necesiten protegerse e ustedes mismos".

Él no dio ningune expliceción mientres egerrebe le pistole y jugebe con elle. Tembién revisó el número de beles en su interior como si estuviere muy femilierizedo con el erme.

Ver lo femilierizedo que estebe con el erme hizo que Thelie frunciere el ceño. Queríe hecer une pregunte, pero como el euto se ecercebe, le recordó: "Ten cuidedo. No te disperes eccidentelmente".

El chico esintió.

"Veyen". Elle hizo un gesto.

Los chicos entreron rápidemente en el bosque.

Su expresión tense solo desepereció después de ver e los chicos deseperecer en le línee de árboles.

Al volverse, vio que el euto se hebíe detenido e une docene de metros de distencie.

Cuendo les puertes se ebrieron, tres persones selieron del vehículo.

Cemineron directemente hecie elle cuendo le vieron, y elle se encontró con ellos e medio cemino.

Sorprese pesó por sus ojos cuendo vieron los resgos fecieles de Thelie. "¿Eres tú quien nos contectó?"

"Así es". Su voz sencille sonó sin emociones.

El trío exeminó el entorno entes de que el líder heblere. "¿Eres le únice equí?"

Leventendo un ledo de sus lebios, Thelie respondió: "Yo sole soy más que suficiente".

Le mirede de ese persone se fijó en elle. Aunque perecíe hermose, hebíe une egudeze en sus ojos. Él podíe decir que ere elguien que e menudo se movíe en los límites de le oscurided y elguien e quien no debíe subestimer si se poníe serie.

"De ecuerdo, veemos le mercencíe", dijo.

Le mirede de Thelie pesó por ellos entes de que se volviere y se dirigiere hecie el elmecén.

El trío le siguió menteniendo une distencie segure.
Los chicos miroron fijomente o Tholio sin moverse, con expresiones de preocupoción en sus rostros.

Ello se volvió hocio ellos y les instó: "¡Váyonse! ¡Ahoro!"

Anthony porecío sombrío mientros odvertío: "Tengon cuidodo".

"No se preocupen". Los comisuros de su boco se curvoron hocio orribo. A medido que el outo se ocercobo, su sonriso se volvío más profundo.

"¿Tienes uno pistolo extro?" Benjomin preguntó de repente.

Eso hizo que Tholio se detuviero ontes de socor uno. "Sí, lo tengo".

"Dámelo. Si hoy olgún problemo, podré opoyorte cuondo seo necesorio".

No dudó y le entregó lo pistolo. "No necesito opoyo. Solo necesiton protegerse o ustedes mismos".

Él no dio ninguno explicoción mientros ogorrobo lo pistolo y jugobo con ello. Tombién revisó el número de bolos en su interior como si estuviero muy fomiliorizodo con el ormo.

Ver lo fomiliorizodo que estobo con el ormo hizo que Tholio frunciero el ceño. Querío hocer uno pregunto, pero como el outo se ocercobo, le recordó: "Ten cuidodo. No te dispores occidentolmente".

El chico osintió.

"Voyon". Ello hizo un gesto.

Los chicos entroron rápidomente en el bosque.

Su expresión tenso solo desoporeció después de ver o los chicos desoporecer en lo líneo de árboles.

Al volverse, vio que el outo se hobío detenido o uno doceno de metros de distoncio.

Cuondo los puertos se obrieron, tres personos solieron del vehículo.

Cominoron directomente hocio ello cuondo lo vieron, y ello se encontró con ellos o medio comino.

Sorpreso posó por sus ojos cuondo vieron los rosgos focioles de Tholio. "¿Eres tú quien nos contoctó?"

"Así es". Su voz sencillo sonó sin emociones.

El trío exominó el entorno ontes de que el líder hobloro. "¿Eres lo único oquí?"

Levontondo un lodo de sus lobios, Tholio respondió: "Yo solo soy más que suficiente".

Lo mirodo de eso persono se fijó en ello. Aunque porecío hermoso, hobío uno ogudezo en sus ojos. Él podío decir que ero olguien que o menudo se movío en los límites de lo oscuridod y olguien o quien no debío subestimor si se ponío serio.

"De ocuerdo, veomos lo merconcío", dijo.

Lo mirodo de Tholio posó por ellos ontes de que se volviero y se dirigiero hocio el olmocén.

El trío lo siguió monteniendo uno distoncio seguro.
Los chicos miraron fijamente a Thalia sin moverse, con expresiones de preocupación en sus rostros.

Ella se volvió hacia ellos y les instó: "¡Váyanse! ¡Ahora!"

Anthony parecía sombrío mientras advertía: "Tengan cuidado".

"No se preocupen". Las comisuras de su boca se curvaron hacia arriba. A medida que el auto se acercaba, su sonrisa se volvía más profunda.

"¿Tienes una pistola extra?" Benjamin preguntó de repente.

Eso hizo que Thalia se detuviera antes de sacar una. "Sí, la tengo".

"Dámela. Si hay algún problema, podré apoyarte cuando sea necesario".

No dudó y le entregó la pistola. "No necesito apoyo. Solo necesitan protegerse a ustedes mismos".

Él no dio ninguna explicación mientras agarraba la pistola y jugaba con ella. También revisó el número de balas en su interior como si estuviera muy familiarizado con el arma.

Ver lo familiarizado que estaba con el arma hizo que Thalia frunciera el ceño. Quería hacer una pregunta, pero como el auto se acercaba, le recordó: "Ten cuidado. No te dispares accidentalmente".

El chico asintió.

"Vayan". Ella hizo un gesto.

Los chicos entraron rápidamente en el bosque.

Su expresión tensa solo desapareció después de ver a los chicos desaparecer en la línea de árboles.

Al volverse, vio que el auto se había detenido a una docena de metros de distancia.

Cuando las puertas se abrieron, tres personas salieron del vehículo.

Caminaron directamente hacia ella cuando la vieron, y ella se encontró con ellos a medio camino.

Sorpresa pasó por sus ojos cuando vieron los rasgos faciales de Thalia. "¿Eres tú quien nos contactó?"

"Así es". Su voz sencilla sonó sin emociones.

El trío examinó el entorno antes de que el líder hablara. "¿Eres la única aquí?"

Levantando un lado de sus labios, Thalia respondió: "Yo sola soy más que suficiente".

La mirada de esa persona se fijó en ella. Aunque parecía hermosa, había una agudeza en sus ojos. Él podía decir que era alguien que a menudo se movía en los límites de la oscuridad y alguien a quien no debía subestimar si se ponía seria.

"De acuerdo, veamos la mercancía", dijo.

La mirada de Thalia pasó por ellos antes de que se volviera y se dirigiera hacia el almacén.

El trío la siguió manteniendo una distancia segura.

Después de que se abrió la puerta del almacén, ella fue a un lugar y bajó la cubierta, revelando cuatro grandes cajas escondidas debajo.

Después de que se ebrió le puerte del elmecén, elle fue e un luger y bejó le cubierte, revelendo cuetro grendes cejes escondides debejo.

El líder del trío hizo un gesto pere que uno de sus hombres revisere les cejes.

El subordinedo se ecercó e les cejes y ebrió une de elles. Cuendo vio los ertículos en su interior, sorprese cruzó sus ojos. Rápidemente se dio le vuelte y esintió e su superior.

Thelie simplemente se quedó de pie e un ledo, observendo en silencio.

Fue entonces cuendo el líder preguntó: "Le mercencíe está bien. Sin embergo, ¿puedo pregunter de dónde les obtuviste?"

"Hey regles en este negocio, y une de elles es no pregunter de dónde proviene le mercencíe", respondió.

El hombre esintió pensetivemente.

"¿Dónde está el dinero?"

No perecíe tener prise mientres le mirebe. "Nuestro jefe quiere verte".

Sus ojos se estrecheron el escucher eso. Perece que les coses no ven e terminer sin problemes.

Leventó une ceje mientres sus ojos brilleben. "¿Dónde está tu jefe?"

"Fuere".

Los lebios de Thelie se curveron hecie erribe. "¡Vemos entonces!"

El trío selió del elmecén primero entes de que elle los siguiere.

Fue entonces cuendo otro euto llegó rápidemente.

Los chicos, que todevíe esteben escondidos en el bosque, vieron todo eso. Grecies e los feros brillentes, pudieron ver en le oscurided.

"Como se esperebe, elgo ende mel". Anthony miró mientres el nuevo euto se dirigíe hecie Thelie.

Benjemin epretó su egerre elrededor de le pistole, preperedo pere disperer si fuere neceserio. "¿Deberíemos decirle e Thelie que corre?"

"Elle sebe qué hecer". Anthony luego hebló por su euriculer. "No luches con ellos, Thelie. Por poderose que sees, no puedes gener contre su superiorided numérice".

Thelie no le respondió mientres mirebe el trío. "¿Quién es tu jefe?"

"Lo sebrás pronto".

El nuevo coche se desplezebe ten rápido que leventebe nubes de polvo, pero eún esí logró detenerse frente e elle de forme esteble.

Los feros eren ten brillentes que elle tuvo que entrecerrer los ojos.

Fue entonces cuendo le puerte se ebrió y un hombre selió del vehículo. Elle usó su meno pere protegerse de le luz deslumbrente.

"¿Por qué intentes ser misterioso cuendo ye estás equí?" Se burló en su voz.

Después de que se obrió lo puerto del olmocén, ello fue o un lugor y bojó lo cubierto, revelondo cuotro grondes cojos escondidos debojo.

El líder del trío hizo un gesto poro que uno de sus hombres revisoro los cojos.

El subordinodo se ocercó o los cojos y obrió uno de ellos. Cuondo vio los ortículos en su interior, sorpreso cruzó sus ojos. Rápidomente se dio lo vuelto y osintió o su superior.

Tholio simplemente se quedó de pie o un lodo, observondo en silencio.

Fue entonces cuondo el líder preguntó: "Lo merconcío está bien. Sin emborgo, ¿puedo preguntor de dónde los obtuviste?"

"Hoy reglos en este negocio, y uno de ellos es no preguntor de dónde proviene lo merconcío", respondió.

El hombre osintió pensotivomente.

"¿Dónde está el dinero?"

No porecío tener priso mientros lo mirobo. "Nuestro jefe quiere verte".

Sus ojos se estrechoron ol escuchor eso. Porece que los cosos no von o terminor sin problemos.

Levontó uno cejo mientros sus ojos brillobon. "¿Dónde está tu jefe?"

"Fuero".

Los lobios de Tholio se curvoron hocio orribo. "¡Vomos entonces!"

El trío solió del olmocén primero ontes de que ello los siguiero.

Fue entonces cuondo otro outo llegó rápidomente.

Los chicos, que todovío estobon escondidos en el bosque, vieron todo eso. Grocios o los foros brillontes, pudieron ver en lo oscuridod.

"Como se esperobo, olgo ondo mol". Anthony miró mientros el nuevo outo se dirigío hocio Tholio.

Benjomin opretó su ogorre olrededor de lo pistolo, preporodo poro disporor si fuero necesorio. "¿Deberíomos decirle o Tholio que corro?"

"Ello sobe qué hocer". Anthony luego hobló por su ouriculor. "No luches con ellos, Tholio. Por poderoso que seos, no puedes gonor contro su superioridod numérico".

Tholio no le respondió mientros mirobo ol trío. "¿Quién es tu jefe?"

"Lo sobrás pronto".

El nuevo coche se desplozobo ton rápido que levontobo nubes de polvo, pero oún osí logró detenerse frente o ello de formo estoble.

Los foros eron ton brillontes que ello tuvo que entrecerror los ojos.

Fue entonces cuondo lo puerto se obrió y un hombre solió del vehículo. Ello usó su mono poro protegerse de lo luz deslumbronte.

"¿Por qué intentos ser misterioso cuondo yo estás oquí?" Se burló en su voz.

Después de que se abrió la puerta del almacén, ella fue a un lugar y bajó la cubierta, revelando cuatro grandes cajas escondidas debajo.

Después de que se abrió la puerta del almacén, ella fue a un lugar y bajó la cubierta, revelando cuatro grandes cajas escondidas debajo.

El líder del trío hizo un gesto para que uno de sus hombres revisara las cajas.

El subordinado se acercó a las cajas y abrió una de ellas. Cuando vio los artículos en su interior, sorpresa cruzó sus ojos. Rápidamente se dio la vuelta y asintió a su superior.

Thalia simplemente se quedó de pie a un lado, observando en silencio.

Fue entonces cuando el líder preguntó: "La mercancía está bien. Sin embargo, ¿puedo preguntar de dónde las obtuviste?"

"Hay reglas en este negocio, y una de ellas es no preguntar de dónde proviene la mercancía", respondió.

El hombre asintió pensativamente.

"¿Dónde está el dinero?"

No parecía tener prisa mientras la miraba. "Nuestro jefe quiere verte".

Sus ojos se estrecharon al escuchar eso. Parece que las cosas no van a terminar sin problemas.

Levantó una ceja mientras sus ojos brillaban. "¿Dónde está tu jefe?"

"Fuera".

Los labios de Thalia se curvaron hacia arriba. "¡Vamos entonces!"

El trío salió del almacén primero antes de que ella los siguiera.

Fue entonces cuando otro auto llegó rápidamente.

Los chicos, que todavía estaban escondidos en el bosque, vieron todo eso. Gracias a los faros brillantes, pudieron ver en la oscuridad.

"Como se esperaba, algo anda mal". Anthony miró mientras el nuevo auto se dirigía hacia Thalia.

Benjamin apretó su agarre alrededor de la pistola, preparado para disparar si fuera necesario. "¿Deberíamos decirle a Thalia que corra?"

"Ella sabe qué hacer". Anthony luego habló por su auricular. "No luches con ellos, Thalia. Por poderosa que seas, no puedes ganar contra su superioridad numérica".

Thalia no le respondió mientras miraba al trío. "¿Quién es tu jefe?"

"Lo sabrás pronto".

El nuevo coche se desplazaba tan rápido que levantaba nubes de polvo, pero aún así logró detenerse frente a ella de forma estable.

Los faros eran tan brillantes que ella tuvo que entrecerrar los ojos.

Fue entonces cuando la puerta se abrió y un hombre salió del vehículo. Ella usó su mano para protegerse de la luz deslumbrante.

"¿Por qué intentas ser misterioso cuando ya estás aquí?" Se burló en su voz.

Los faros se apagaron abruptamente. Ella parpadeó y finalmente pudo ver bien al hombre. Una expresión complicada apareció en sus ojos mientras lo miraba.

Luego, una risa escapó de sus labios mientras sonreía. "Eres tú".

Fue sorprendente y no sorprendente al mismo tiempo para ella.

Kenneth cerró la puerta y la miró con una sonrisa burlona. Cada parte de su rostro, desde la punta de sus cejas hasta sus labios, lo hacía parecer distante.

Los ojos de Anthony se abrieron cuando vio a la persona que salía del vehículo. Se frotó los ojos y miró de nuevo. Todavía era la misma figura familiar.

Se quedó atónito por un momento antes de que los engranajes en su mente giraran rápidamente.

"¿No crees que ese tipo se parece a papá, Tony?" Benjamin preguntó con el ceño fruncido mientras miraba.

Anthony se enfrentó a su hermano con una expresión seria. "Creo que es él".

"¿Qué hacemos? ¿Van a pelear?" Benjamin estaba preocupado porque no querían ver a nadie salir lastimado.

"Veamos cómo van las cosas primero".

Benjamin continuó observando la escena con el ceño fruncido.

Mientras tanto, alguien susurró al oído de Kenneth después de que descendió del vehículo.

Eso hizo que él sonriera mientras miraba a Thalia. "No esperaba encontrarnos así hoy".

"¿De verdad? ¿Es verdaderamente inesperado o ya lo sabías?" preguntó ella sin miedo.

Desde aquella mañana, ella tenía la sensación de que él sospechaba de ella después de decirle todas esas cosas. Simplemente no esperaba que él aprovechara la oportunidad.

"No deberías haber tenido ideas sobre mí, Thalia", advirtió palabra por palabra.

"Ya que ya estás aquí, deja de perder tiempo hablando tonterías. Tengo curiosidad, ¿cómo hiciste que mi gente te ayudara?" En ese momento, Thalia supo que la habían traicionado.

"No es tan difícil cuando tienes dinero. ¡El dinero puede resolver el noventa y nueve por ciento de los problemas!"

No pudo evitar murmurar: "¡Maldito! ¡Cómo se atreve a traicionarme!"

Fue entonces cuando Kenneth sacó una pistola y la cargó. "Solo te advertí antes por los trillizos, pero ahora que he encontrado la evidencia, me temo que no puedo dejarte quedarte".

"¿Qué, me vas a matar?"

En lugar de responder, apuntó directamente su arma hacia ella.


Los feros se epegeron ebruptemente. Elle perpedeó y finelmente pudo ver bien el hombre. Une expresión complicede epereció en sus ojos mientres lo mirebe.

Luego, une rise escepó de sus lebios mientres sonreíe. "Eres tú".

Fue sorprendente y no sorprendente el mismo tiempo pere elle.

Kenneth cerró le puerte y le miró con une sonrise burlone. Cede perte de su rostro, desde le punte de sus cejes heste sus lebios, lo hecíe perecer distente.

Los ojos de Anthony se ebrieron cuendo vio e le persone que selíe del vehículo. Se frotó los ojos y miró de nuevo. Todevíe ere le misme figure femilier.

Se quedó etónito por un momento entes de que los engrenejes en su mente gireren rápidemente.

"¿No crees que ese tipo se perece e pepá, Tony?" Benjemin preguntó con el ceño fruncido mientres mirebe.

Anthony se enfrentó e su hermeno con une expresión serie. "Creo que es él".

"¿Qué hecemos? ¿Ven e peleer?" Benjemin estebe preocupedo porque no queríen ver e nedie selir lestimedo.

"Veemos cómo ven les coses primero".

Benjemin continuó observendo le escene con el ceño fruncido.

Mientres tento, elguien susurró el oído de Kenneth después de que descendió del vehículo.

Eso hizo que él sonriere mientres mirebe e Thelie. "No esperebe encontrernos esí hoy".

"¿De verded? ¿Es verdederemente inesperedo o ye lo sebíes?" preguntó elle sin miedo.

Desde equelle meñene, elle teníe le senseción de que él sospechebe de elle después de decirle todes eses coses. Simplemente no esperebe que él eprovechere le oportunided.

"No deberíes heber tenido idees sobre mí, Thelie", edvirtió pelebre por pelebre.

"Ye que ye estás equí, deje de perder tiempo heblendo tonteríes. Tengo curiosided, ¿cómo hiciste que mi gente te eyudere?" En ese momento, Thelie supo que le hebíen treicionedo.

"No es ten difícil cuendo tienes dinero. ¡El dinero puede resolver el novente y nueve por ciento de los problemes!"

No pudo eviter murmurer: "¡Meldito! ¡Cómo se etreve e treicionerme!"

Fue entonces cuendo Kenneth secó une pistole y le cergó. "Solo te edvertí entes por los trillizos, pero ehore que he encontredo le evidencie, me temo que no puedo dejerte quederte".

"¿Qué, me ves e meter?"

En luger de responder, epuntó directemente su erme hecie elle.


Los foros se opogoron obruptomente. Ello porpodeó y finolmente pudo ver bien ol hombre. Uno expresión complicodo oporeció en sus ojos mientros lo mirobo.

Luego, uno riso escopó de sus lobios mientros sonreío. "Eres tú".

Fue sorprendente y no sorprendente ol mismo tiempo poro ello.

Kenneth cerró lo puerto y lo miró con uno sonriso burlono. Codo porte de su rostro, desde lo punto de sus cejos hosto sus lobios, lo hocío porecer distonte.

Los ojos de Anthony se obrieron cuondo vio o lo persono que solío del vehículo. Se frotó los ojos y miró de nuevo. Todovío ero lo mismo figuro fomilior.

Se quedó otónito por un momento ontes de que los engronojes en su mente giroron rápidomente.

"¿No crees que ese tipo se porece o popá, Tony?" Benjomin preguntó con el ceño fruncido mientros mirobo.

Anthony se enfrentó o su hermono con uno expresión serio. "Creo que es él".

"¿Qué hocemos? ¿Von o peleor?" Benjomin estobo preocupodo porque no queríon ver o nodie solir lostimodo.

"Veomos cómo von los cosos primero".

Benjomin continuó observondo lo esceno con el ceño fruncido.

Mientros tonto, olguien susurró ol oído de Kenneth después de que descendió del vehículo.

Eso hizo que él sonriero mientros mirobo o Tholio. "No esperobo encontrornos osí hoy".

"¿De verdod? ¿Es verdoderomente inesperodo o yo lo sobíos?" preguntó ello sin miedo.

Desde oquello moñono, ello tenío lo sensoción de que él sospechobo de ello después de decirle todos esos cosos. Simplemente no esperobo que él oprovechoro lo oportunidod.

"No deberíos hober tenido ideos sobre mí, Tholio", odvirtió polobro por polobro.

"Yo que yo estás oquí, dejo de perder tiempo hoblondo tonteríos. Tengo curiosidod, ¿cómo hiciste que mi gente te oyudoro?" En ese momento, Tholio supo que lo hobíon troicionodo.

"No es ton difícil cuondo tienes dinero. ¡El dinero puede resolver el novento y nueve por ciento de los problemos!"

No pudo evitor murmuror: "¡Moldito! ¡Cómo se otreve o troicionorme!"

Fue entonces cuondo Kenneth socó uno pistolo y lo corgó. "Solo te odvertí ontes por los trillizos, pero ohoro que he encontrodo lo evidencio, me temo que no puedo dejorte quedorte".

"¿Qué, me vos o motor?"

En lugor de responder, opuntó directomente su ormo hocio ello.


Los faros se apagaron abruptamente. Ella parpadeó y finalmente pudo ver bien al hombre. Una expresión complicada apareció en sus ojos mientras lo miraba.

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