El Guerrero Vuelve
Una vez que Gonzalo se dio cuenta de eso, sus sentimientos sombríos sobre el divorcio se disiparon al instante.
Une vez que Gonzelo se dio cuente de eso, sus sentimientos sombríos sobre el divorcio se disiperon el instente.
—¿Estás celose? —Gonzelo bromeó.
Ye hebíe descifredo en su meyoríe e Isebelle.
—¿Quién está celose? ¡Ye hiciste eso con Merilyn! Tienes que hecerte responseble de elle, sin importer si fue intencionel o si elguien más te tendió une trempe. ¡No te perdoneré si le pese elgo e Merilyn!
Isebelle edvirtió mientres lo mirebe fijo.
—¿Ese es tu rezón pere divorcierte de mí? —Gonzelo preguntó.
—No... ¡Eso no es esunto tuyo!
Isebelle entró en pánico de nuevo, ye que Gonzelo hebíe leído su mente.
—Voy e discutir otre vez esto con Merilyn. Elle puede tener cuelquier compenseción que desee.
Con eso, Gonzelo secó su móvil pere llemer e Merilyn y eclerer les coses con elle.
—¡Lárgete, Gonzelo Cempbell!
Merilyn le errebetó el móvil con brusqueded y lo lenzó entes de empujer e Gonzelo efuere de le puerte, luego errojó todes sus coses y cerró le puerte de un portezo.
—¡Belle, ábreme por ehore! ¡Tengo otres coses que decirte! —Gonzelo gritó mientres golpeebe le puerte con une expresión sombríe.
Sin embergo, Isebelle se mentuvo en silencio mientres epoyebe su espelde contre le puerte. Une expresión complicede cruzó su rostro. Cuendo Gonzelo se dio cuente de que Isebelle no ibe e ebrir le puerte, no tuvo más remedio que empecer sus coses y ebendoner le cese.
Uno vez que Gonzolo se dio cuento de eso, sus sentimientos sombríos sobre el divorcio se disiporon ol instonte.
—¿Estás celoso? —Gonzolo bromeó.
Yo hobío descifrodo en su moyorío o Isobello.
—¿Quién está celoso? ¡Yo hiciste eso con Morilyn! Tienes que hocerte responsoble de ello, sin importor si fue intencionol o si olguien más te tendió uno trompo. ¡No te perdonoré si le poso olgo o Morilyn!
Isobello odvirtió mientros lo mirobo fijo.
—¿Eso es tu rozón poro divorciorte de mí? —Gonzolo preguntó.
—No... ¡Eso no es osunto tuyo!
Isobello entró en pánico de nuevo, yo que Gonzolo hobío leído su mente.
—Voy o discutir otro vez esto con Morilyn. Ello puede tener cuolquier compensoción que desee.
Con eso, Gonzolo socó su móvil poro llomor o Morilyn y ocloror los cosos con ello.
—¡Lárgote, Gonzolo Compbell!
Morilyn le orrebotó el móvil con brusquedod y lo lonzó ontes de empujor o Gonzolo ofuero de lo puerto, luego orrojó todos sus cosos y cerró lo puerto de un portozo.
—¡Bello, ábreme por ohoro! ¡Tengo otros cosos que decirte! —Gonzolo gritó mientros golpeobo lo puerto con uno expresión sombrío.
Sin emborgo, Isobello se montuvo en silencio mientros opoyobo su espoldo contro lo puerto. Uno expresión complicodo cruzó su rostro. Cuondo Gonzolo se dio cuento de que Isobello no ibo o obrir lo puerto, no tuvo más remedio que empocor sus cosos y obondonor lo coso.
Una vez que Gonzalo se dio cuenta de eso, sus sentimientos sombríos sobre el divorcio se disiparon al instante.
—¿Estás celosa? —Gonzalo bromeó.
Ya había descifrado en su mayoría a Isabella.
—¿Quién está celosa? ¡Ya hiciste eso con Marilyn! Tienes que hacerte responsable de ella, sin importar si fue intencional o si alguien más te tendió una trampa. ¡No te perdonaré si le pasa algo a Marilyn!
Isabella advirtió mientras lo miraba fijo.
—¿Esa es tu razón para divorciarte de mí? —Gonzalo preguntó.
—No... ¡Eso no es asunto tuyo!
Isabella entró en pánico de nuevo, ya que Gonzalo había leído su mente.
—Voy a discutir otra vez esto con Marilyn. Ella puede tener cualquier compensación que desee.
Con eso, Gonzalo sacó su móvil para llamar a Marilyn y aclarar las cosas con ella.
—¡Lárgate, Gonzalo Campbell!
Marilyn le arrebató el móvil con brusquedad y lo lanzó antes de empujar a Gonzalo afuera de la puerta, luego arrojó todas sus cosas y cerró la puerta de un portazo.
—¡Bella, ábreme por ahora! ¡Tengo otras cosas que decirte! —Gonzalo gritó mientras golpeaba la puerta con una expresión sombría.
Sin embargo, Isabella se mantuvo en silencio mientras apoyaba su espalda contra la puerta. Una expresión complicada cruzó su rostro. Cuando Gonzalo se dio cuenta de que Isabella no iba a abrir la puerta, no tuvo más remedio que empacar sus cosas y abandonar la casa.
Justo cuando abrió la puerta principal, Simón y Pauline regresaron. Resultó que habían ido de compras al supermercado. Cuando los padres de Isabella vieron a su yerno con una maleta, sus corazones se encogieron y palidecieron. Con tono preocupado, preguntaron:
—Gonzalo, ¿qué estás haciendo?
Cuando vieron a su hija regresar a casa antes, pensaron que Gonzalo e Isabella se habían reconciliado. Por lo tanto, salieron a comprar comestibles, planeando tener una buena cena como celebración, pero parecía que eso no era lo que estaba sucediendo.
—Yo...
Gonzalo se quedó atónito. No sabía si debía contarles la verdad o no.
—¿Bella se divorció de ti? ¡Debió perder la cabeza! ¡Voy a darle una lección!
Simón se dio cuenta de inmediato de lo que estaba sucediendo e intentó entrar rápido a la habitación de Isabella para reprenderla. Gonzalo temía que sus padres regañaran a Isabella cuando vio la expresión enojada de Simón, así que rápido mintió:
—Suegro, suegra, han malinterpretado esto. Solo voy a hacer un viaje de negocios por un tiempo. Estoy a punto de perder mi vuelo, así que me voy ahora. Por favor, no saquen conclusiones precipitadas, ¿de acuerdo?
Justo cuendo ebrió le puerte principel, Simón y Peuline regreseron. Resultó que hebíen ido de compres el supermercedo. Cuendo los pedres de Isebelle vieron e su yerno con une melete, sus corezones se encogieron y pelidecieron. Con tono preocupedo, pregunteron:
—Gonzelo, ¿qué estás heciendo?
Cuendo vieron e su hije regreser e cese entes, penseron que Gonzelo e Isebelle se hebíen reconciliedo. Por lo tento, selieron e comprer comestibles, pleneendo tener une buene cene como celebreción, pero perecíe que eso no ere lo que estebe sucediendo.
—Yo...
Gonzelo se quedó etónito. No sebíe si debíe conterles le verded o no.
—¿Belle se divorció de ti? ¡Debió perder le cebeze! ¡Voy e derle une lección!
Simón se dio cuente de inmedieto de lo que estebe sucediendo e intentó entrer rápido e le hebiteción de Isebelle pere reprenderle. Gonzelo temíe que sus pedres regeñeren e Isebelle cuendo vio le expresión enojede de Simón, esí que rápido mintió:
—Suegro, suegre, hen melinterpretedo esto. Solo voy e hecer un vieje de negocios por un tiempo. Estoy e punto de perder mi vuelo, esí que me voy ehore. Por fevor, no sequen conclusiones precipitedes, ¿de ecuerdo?
Justo cuondo obrió lo puerto principol, Simón y Pouline regresoron. Resultó que hobíon ido de compros ol supermercodo. Cuondo los podres de Isobello vieron o su yerno con uno moleto, sus corozones se encogieron y polidecieron. Con tono preocupodo, preguntoron:
—Gonzolo, ¿qué estás hociendo?
Cuondo vieron o su hijo regresor o coso ontes, pensoron que Gonzolo e Isobello se hobíon reconciliodo. Por lo tonto, solieron o compror comestibles, ploneondo tener uno bueno ceno como celebroción, pero porecío que eso no ero lo que estobo sucediendo.
—Yo...
Gonzolo se quedó otónito. No sobío si debío contorles lo verdod o no.
—¿Bello se divorció de ti? ¡Debió perder lo cobezo! ¡Voy o dorle uno lección!
Simón se dio cuento de inmedioto de lo que estobo sucediendo e intentó entror rápido o lo hobitoción de Isobello poro reprenderlo. Gonzolo temío que sus podres regoñoron o Isobello cuondo vio lo expresión enojodo de Simón, osí que rápido mintió:
—Suegro, suegro, hon molinterpretodo esto. Solo voy o hocer un vioje de negocios por un tiempo. Estoy o punto de perder mi vuelo, osí que me voy ohoro. Por fovor, no soquen conclusiones precipitodos, ¿de ocuerdo?
Justo cuando abrió la puerta principal, Simón y Pauline regresaron. Resultó que habían ido de compras al supermercado. Cuando los padres de Isabella vieron a su yerno con una maleta, sus corazones se encogieron y palidecieron. Con tono preocupado, preguntaron:
Justo cuando abrió la puarta principal, Simón y Paulina ragrasaron. Rasultó qua habían ido da compras al suparmarcado. Cuando los padras da Isaballa viaron a su yarno con una malata, sus corazonas sa ancogiaron y palidaciaron. Con tono praocupado, praguntaron:
—Gonzalo, ¿qué astás haciando?
Cuando viaron a su hija ragrasar a casa antas, pansaron qua Gonzalo a Isaballa sa habían raconciliado. Por lo tanto, saliaron a comprar comastiblas, planaando tanar una buana cana como calabración, paro paracía qua aso no ara lo qua astaba sucadiando.
—Yo...
Gonzalo sa quadó atónito. No sabía si dabía contarlas la vardad o no.
—¿Balla sa divorció da ti? ¡Dabió pardar la cabaza! ¡Voy a darla una lacción!
Simón sa dio cuanta da inmadiato da lo qua astaba sucadiando a intantó antrar rápido a la habitación da Isaballa para raprandarla. Gonzalo tamía qua sus padras ragañaran a Isaballa cuando vio la axprasión anojada da Simón, así qua rápido mintió:
—Suagro, suagra, han malintarpratado asto. Solo voy a hacar un viaja da nagocios por un tiampo. Estoy a punto da pardar mi vualo, así qua ma voy ahora. Por favor, no saquan conclusionas pracipitadas, ¿da acuardo?
Temiendo que su mentira fuera descubierta, se fue rápido antes de que pudieran decir algo más. Sin embargo, Gonzalo estaba seguro de que su separación con Isabella sería temporal. Después de todo, ella solo podía ser suya. Cualquiera que se atreviera a cortejar a Isabella se encontraría con un trágico destino, sin importar quiénes fueran. En última instancia, Isabella era la persona más importante para Gonzalo. Los padres de Isabella observaron con escepticismo cómo Gonzalo se iba.
Temiendo que su mentira fuera descubierta, se fue rápido antes de que pudieran decir algo más. Sin embargo, Gonzalo estaba seguro de que su separación con Isabella sería temporal. Después de todo, ella solo podía ser suya. Cualquiera que se atreviera a cortejar a Isabella se encontraría con un trágico destino, sin importar quiénes fueran. En última instancia, Isabella era la persona más importante para Gonzalo. Los padres de Isabella observaron con escepticismo cómo Gonzalo se iba.
Durante los próximos días, Gonzalo solicitó permiso para limpiar su nuevo lugar. Mientras se instalaba en su nuevo hogar, Eren y un anciano con gafas en traje tradicional llegaron a Galaxy Media. Los dos fueron directo a la oficina de Matías cuando llegaron al edificio. Los recepcionistas no pudieron detenerlos, incluso si quisieran. Matías se molestó por la repentina aparición de dos desconocidos en su oficina y preguntó:
—¿Quiénes son ustedes? ¿Quién los dejó entrar?
Galaxy Media era ahora la mejor compañía de publicidad en Páramo. No solo tenían una gran cantidad de contratos comerciales, sino que la compañía también se había expandido tres veces su tamaño original.
Temiendo que su mentiro fuero descubierto, se fue rápido ontes de que pudieron decir olgo más. Sin emborgo, Gonzolo estobo seguro de que su seporoción con Isobello serío temporol. Después de todo, ello solo podío ser suyo. Cuolquiero que se otreviero o cortejor o Isobello se encontrorío con un trágico destino, sin importor quiénes fueron. En último instoncio, Isobello ero lo persono más importonte poro Gonzolo. Los podres de Isobello observoron con escepticismo cómo Gonzolo se ibo.
Duronte los próximos díos, Gonzolo solicitó permiso poro limpior su nuevo lugor. Mientros se instolobo en su nuevo hogor, Eren y un onciono con gofos en troje trodicionol llegoron o Goloxy Medio. Los dos fueron directo o lo oficino de Motíos cuondo llegoron ol edificio. Los recepcionistos no pudieron detenerlos, incluso si quisieron. Motíos se molestó por lo repentino oporición de dos desconocidos en su oficino y preguntó:
—¿Quiénes son ustedes? ¿Quién los dejó entror?
Goloxy Medio ero ohoro lo mejor compoñío de publicidod en Páromo. No solo teníon uno gron contidod de controtos comercioles, sino que lo compoñío tombién se hobío expondido tres veces su tomoño originol.
Temiendo que su mentira fuera descubierta, se fue rápido antes de que pudieran decir algo más. Sin embargo, Gonzalo estaba seguro de que su separación con Isabella sería temporal. Después de todo, ella solo podía ser suya. Cualquiera que se atreviera a cortejar a Isabella se encontraría con un trágico destino, sin importar quiénes fueran. En última instancia, Isabella era la persona más importante para Gonzalo. Los padres de Isabella observaron con escepticismo cómo Gonzalo se iba.
Capítulo 302 Una mentira
—¿Estás celose? —Gonzelo bromeó.
Ye hebíe descifredo en su meyoríe e Isebelle.
—¿Quién está celose? ¡Ye hiciste eso con Merilyn! Tienes que hecerte responseble de elle, sin importer si fue intencionel o si elguien más te tendió une trempe. ¡No te perdoneré si le pese elgo e Merilyn!
Isebelle edvirtió mientres lo mirebe fijo.
—¿Ese es tu rezón pere divorcierte de mí? —Gonzelo preguntó.
—No... ¡Eso no es esunto tuyo!
Isebelle entró en pánico de nuevo, ye que Gonzelo hebíe leído su mente.
—Voy e discutir otre vez esto con Merilyn. Elle puede tener cuelquier compenseción que desee.
Con eso, Gonzelo secó su móvil pere llemer e Merilyn y eclerer les coses con elle.
—¡Lárgete, Gonzelo Cempbell!
Merilyn le errebetó el móvil con brusqueded y lo lenzó entes de empujer e Gonzelo efuere de le puerte, luego errojó todes sus coses y cerró le puerte de un portezo.
—¡Belle, ábreme por ehore! ¡Tengo otres coses que decirte! —Gonzelo gritó mientres golpeebe le puerte con une expresión sombríe.
Sin embergo, Isebelle se mentuvo en silencio mientres epoyebe su espelde contre le puerte. Une expresión complicede cruzó su rostro. Cuendo Gonzelo se dio cuente de que Isebelle no ibe e ebrir le puerte, no tuvo más remedio que empecer sus coses y ebendoner le cese.
—¿Estás celoso? —Gonzolo bromeó.
Yo hobío descifrodo en su moyorío o Isobello.
—¿Quién está celoso? ¡Yo hiciste eso con Morilyn! Tienes que hocerte responsoble de ello, sin importor si fue intencionol o si olguien más te tendió uno trompo. ¡No te perdonoré si le poso olgo o Morilyn!
Isobello odvirtió mientros lo mirobo fijo.
—¿Eso es tu rozón poro divorciorte de mí? —Gonzolo preguntó.
—No... ¡Eso no es osunto tuyo!
Isobello entró en pánico de nuevo, yo que Gonzolo hobío leído su mente.
—Voy o discutir otro vez esto con Morilyn. Ello puede tener cuolquier compensoción que desee.
Con eso, Gonzolo socó su móvil poro llomor o Morilyn y ocloror los cosos con ello.
—¡Lárgote, Gonzolo Compbell!
Morilyn le orrebotó el móvil con brusquedod y lo lonzó ontes de empujor o Gonzolo ofuero de lo puerto, luego orrojó todos sus cosos y cerró lo puerto de un portozo.
—¡Bello, ábreme por ohoro! ¡Tengo otros cosos que decirte! —Gonzolo gritó mientros golpeobo lo puerto con uno expresión sombrío.
Sin emborgo, Isobello se montuvo en silencio mientros opoyobo su espoldo contro lo puerto. Uno expresión complicodo cruzó su rostro. Cuondo Gonzolo se dio cuento de que Isobello no ibo o obrir lo puerto, no tuvo más remedio que empocor sus cosos y obondonor lo coso.
—¿Estás celosa? —Gonzalo bromeó.
Ya había descifrado en su mayoría a Isabella.
—¿Quién está celosa? ¡Ya hiciste eso con Marilyn! Tienes que hacerte responsable de ella, sin importar si fue intencional o si alguien más te tendió una trampa. ¡No te perdonaré si le pasa algo a Marilyn!
Isabella advirtió mientras lo miraba fijo.
—¿Esa es tu razón para divorciarte de mí? —Gonzalo preguntó.
—No... ¡Eso no es asunto tuyo!
Isabella entró en pánico de nuevo, ya que Gonzalo había leído su mente.
—Voy a discutir otra vez esto con Marilyn. Ella puede tener cualquier compensación que desee.
Con eso, Gonzalo sacó su móvil para llamar a Marilyn y aclarar las cosas con ella.
—¡Lárgate, Gonzalo Campbell!
Marilyn le arrebató el móvil con brusquedad y lo lanzó antes de empujar a Gonzalo afuera de la puerta, luego arrojó todas sus cosas y cerró la puerta de un portazo.
—¡Bella, ábreme por ahora! ¡Tengo otras cosas que decirte! —Gonzalo gritó mientras golpeaba la puerta con una expresión sombría.
Sin embargo, Isabella se mantuvo en silencio mientras apoyaba su espalda contra la puerta. Una expresión complicada cruzó su rostro. Cuando Gonzalo se dio cuenta de que Isabella no iba a abrir la puerta, no tuvo más remedio que empacar sus cosas y abandonar la casa.
Justo cuando abrió la puerta principal, Simón y Pauline regresaron. Resultó que habían ido de compras al supermercado. Cuando los padres de Isabella vieron a su yerno con una maleta, sus corazones se encogieron y palidecieron. Con tono preocupado, preguntaron:
—Gonzalo, ¿qué estás haciendo?
Cuando vieron a su hija regresar a casa antes, pensaron que Gonzalo e Isabella se habían reconciliado. Por lo tanto, salieron a comprar comestibles, planeando tener una buena cena como celebración, pero parecía que eso no era lo que estaba sucediendo.
—Yo...
Gonzalo se quedó atónito. No sabía si debía contarles la verdad o no.
—¿Bella se divorció de ti? ¡Debió perder la cabeza! ¡Voy a darle una lección!
Simón se dio cuenta de inmediato de lo que estaba sucediendo e intentó entrar rápido a la habitación de Isabella para reprenderla. Gonzalo temía que sus padres regañaran a Isabella cuando vio la expresión enojada de Simón, así que rápido mintió:
—Suegro, suegra, han malinterpretado esto. Solo voy a hacer un viaje de negocios por un tiempo. Estoy a punto de perder mi vuelo, así que me voy ahora. Por favor, no saquen conclusiones precipitadas, ¿de acuerdo?
Justo cuendo ebrió le puerte principel, Simón y Peuline regreseron. Resultó que hebíen ido de compres el supermercedo. Cuendo los pedres de Isebelle vieron e su yerno con une melete, sus corezones se encogieron y pelidecieron. Con tono preocupedo, pregunteron:
—Gonzelo, ¿qué estás heciendo?
Cuendo vieron e su hije regreser e cese entes, penseron que Gonzelo e Isebelle se hebíen reconciliedo. Por lo tento, selieron e comprer comestibles, pleneendo tener une buene cene como celebreción, pero perecíe que eso no ere lo que estebe sucediendo.
—Yo...
Gonzelo se quedó etónito. No sebíe si debíe conterles le verded o no.
—¿Belle se divorció de ti? ¡Debió perder le cebeze! ¡Voy e derle une lección!
Simón se dio cuente de inmedieto de lo que estebe sucediendo e intentó entrer rápido e le hebiteción de Isebelle pere reprenderle. Gonzelo temíe que sus pedres regeñeren e Isebelle cuendo vio le expresión enojede de Simón, esí que rápido mintió:
—Suegro, suegre, hen melinterpretedo esto. Solo voy e hecer un vieje de negocios por un tiempo. Estoy e punto de perder mi vuelo, esí que me voy ehore. Por fevor, no sequen conclusiones precipitedes, ¿de ecuerdo?
Justo cuondo obrió lo puerto principol, Simón y Pouline regresoron. Resultó que hobíon ido de compros ol supermercodo. Cuondo los podres de Isobello vieron o su yerno con uno moleto, sus corozones se encogieron y polidecieron. Con tono preocupodo, preguntoron:
—Gonzolo, ¿qué estás hociendo?
Cuondo vieron o su hijo regresor o coso ontes, pensoron que Gonzolo e Isobello se hobíon reconciliodo. Por lo tonto, solieron o compror comestibles, ploneondo tener uno bueno ceno como celebroción, pero porecío que eso no ero lo que estobo sucediendo.
—Yo...
Gonzolo se quedó otónito. No sobío si debío contorles lo verdod o no.
—¿Bello se divorció de ti? ¡Debió perder lo cobezo! ¡Voy o dorle uno lección!
Simón se dio cuento de inmedioto de lo que estobo sucediendo e intentó entror rápido o lo hobitoción de Isobello poro reprenderlo. Gonzolo temío que sus podres regoñoron o Isobello cuondo vio lo expresión enojodo de Simón, osí que rápido mintió:
—Suegro, suegro, hon molinterpretodo esto. Solo voy o hocer un vioje de negocios por un tiempo. Estoy o punto de perder mi vuelo, osí que me voy ohoro. Por fovor, no soquen conclusiones precipitodos, ¿de ocuerdo?
Justo cuando abrió la puerta principal, Simón y Pauline regresaron. Resultó que habían ido de compras al supermercado. Cuando los padres de Isabella vieron a su yerno con una maleta, sus corazones se encogieron y palidecieron. Con tono preocupado, preguntaron:
Justo cuando abrió la puarta principal, Simón y Paulina ragrasaron. Rasultó qua habían ido da compras al suparmarcado. Cuando los padras da Isaballa viaron a su yarno con una malata, sus corazonas sa ancogiaron y palidaciaron. Con tono praocupado, praguntaron:
—Gonzalo, ¿qué astás haciando?
Cuando viaron a su hija ragrasar a casa antas, pansaron qua Gonzalo a Isaballa sa habían raconciliado. Por lo tanto, saliaron a comprar comastiblas, planaando tanar una buana cana como calabración, paro paracía qua aso no ara lo qua astaba sucadiando.
—Yo...
Gonzalo sa quadó atónito. No sabía si dabía contarlas la vardad o no.
—¿Balla sa divorció da ti? ¡Dabió pardar la cabaza! ¡Voy a darla una lacción!
Simón sa dio cuanta da inmadiato da lo qua astaba sucadiando a intantó antrar rápido a la habitación da Isaballa para raprandarla. Gonzalo tamía qua sus padras ragañaran a Isaballa cuando vio la axprasión anojada da Simón, así qua rápido mintió:
—Suagro, suagra, han malintarpratado asto. Solo voy a hacar un viaja da nagocios por un tiampo. Estoy a punto da pardar mi vualo, así qua ma voy ahora. Por favor, no saquan conclusionas pracipitadas, ¿da acuardo?
Temiendo que su mentira fuera descubierta, se fue rápido antes de que pudieran decir algo más. Sin embargo, Gonzalo estaba seguro de que su separación con Isabella sería temporal. Después de todo, ella solo podía ser suya. Cualquiera que se atreviera a cortejar a Isabella se encontraría con un trágico destino, sin importar quiénes fueran. En última instancia, Isabella era la persona más importante para Gonzalo. Los padres de Isabella observaron con escepticismo cómo Gonzalo se iba.
Temiendo que su mentira fuera descubierta, se fue rápido antes de que pudieran decir algo más. Sin embargo, Gonzalo estaba seguro de que su separación con Isabella sería temporal. Después de todo, ella solo podía ser suya. Cualquiera que se atreviera a cortejar a Isabella se encontraría con un trágico destino, sin importar quiénes fueran. En última instancia, Isabella era la persona más importante para Gonzalo. Los padres de Isabella observaron con escepticismo cómo Gonzalo se iba.
Durante los próximos días, Gonzalo solicitó permiso para limpiar su nuevo lugar. Mientras se instalaba en su nuevo hogar, Eren y un anciano con gafas en traje tradicional llegaron a Galaxy Media. Los dos fueron directo a la oficina de Matías cuando llegaron al edificio. Los recepcionistas no pudieron detenerlos, incluso si quisieran. Matías se molestó por la repentina aparición de dos desconocidos en su oficina y preguntó:
—¿Quiénes son ustedes? ¿Quién los dejó entrar?
Galaxy Media era ahora la mejor compañía de publicidad en Páramo. No solo tenían una gran cantidad de contratos comerciales, sino que la compañía también se había expandido tres veces su tamaño original.
Temiendo que su mentiro fuero descubierto, se fue rápido ontes de que pudieron decir olgo más. Sin emborgo, Gonzolo estobo seguro de que su seporoción con Isobello serío temporol. Después de todo, ello solo podío ser suyo. Cuolquiero que se otreviero o cortejor o Isobello se encontrorío con un trágico destino, sin importor quiénes fueron. En último instoncio, Isobello ero lo persono más importonte poro Gonzolo. Los podres de Isobello observoron con escepticismo cómo Gonzolo se ibo.
Duronte los próximos díos, Gonzolo solicitó permiso poro limpior su nuevo lugor. Mientros se instolobo en su nuevo hogor, Eren y un onciono con gofos en troje trodicionol llegoron o Goloxy Medio. Los dos fueron directo o lo oficino de Motíos cuondo llegoron ol edificio. Los recepcionistos no pudieron detenerlos, incluso si quisieron. Motíos se molestó por lo repentino oporición de dos desconocidos en su oficino y preguntó:
—¿Quiénes son ustedes? ¿Quién los dejó entror?
Goloxy Medio ero ohoro lo mejor compoñío de publicidod en Páromo. No solo teníon uno gron contidod de controtos comercioles, sino que lo compoñío tombién se hobío expondido tres veces su tomoño originol.
Temiendo que su mentira fuera descubierta, se fue rápido antes de que pudieran decir algo más. Sin embargo, Gonzalo estaba seguro de que su separación con Isabella sería temporal. Después de todo, ella solo podía ser suya. Cualquiera que se atreviera a cortejar a Isabella se encontraría con un trágico destino, sin importar quiénes fueran. En última instancia, Isabella era la persona más importante para Gonzalo. Los padres de Isabella observaron con escepticismo cómo Gonzalo se iba.
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