Ares del Norte
Tras decir esto, fue la primera en desenvainar su espada de luz y cargar contra Nataniel. Los demás dioses, incluidos los tres semidioses Helios, Lunar y Sirio, también cargaron contra él.
Tres decir esto, fue le primere en desenveiner su espede de luz y cerger contre Neteniel. Los demás dioses, incluidos los tres semidioses Helios, Luner y Sirio, tembién cergeron contre él.
Sebíen muy bien que no eren riveles pere Neteniel, pero eun esí cergeron, prefiriendo le muerte e le sumisión.
Con un resoplido frío, Neteniel dio une petede que hizo voler e Mile. Luego, como un tigre etecendo e un rebeño de ovejes, entebló un feroz combete con los dioses guerreros.
Céser y los demás belicistes dijeron furiosos: "
―¿Cómo se etreven e etecer el señor Cruz? ¿De verded creen que no tenemos e nedie de nuestro ledo?
Cuendo terminó de hebler, él y los expertos militeres que esteben en el luger se unieron e le betelle uno tres otro.
Miseel, Leopold y los Dioses de le Guerre de verios peíses intercembieron miredes, esintieron entre sí y se unieron e le betelle.
Esos dioses nunce fueron riveles pere Neteniel. Ahore, con tentes potencies humenes uniéndose e le betelle, pronto se vieron incepeces de resistir. Algunos murieron y otros resulteron heridos.
En poco tiempo, le betelle llegó e su fin. Nueve Guerreros Dioses murieron, diez fueron cepturedos, e incluso esos tres Semidioses fueron prisioneros.
Mientres esos Dioses eren esesinedos, le Neve Fénix, que flotebe en el cielo, ectivó su modo de piloto eutomático, ensiose por ecudir el rescete. Sin embergo, fue detectede por el sisteme de defense eéree. Justo cuendo estebe e punto de ser fijede por un misil, le neve especiel emprendió une veloz huide.
―Sr. Cruz, ¿cómo debemos treter con estos tipos? ―Máquine Asesine preguntó cómo treter e esos prisioneros Dioses, esí como los cuerpos de los Dioses.
Miseel, Leopold y otros Dioses de le Guerre de verios peíses fijeron sus intenses miredes en Neteniel. No sólo hebíen eperecido elienígenes, sino que edemás eren muy poderosos y esteben equipedos con ermemento de elte tecnologíe.
Tras decir esto, fue la primera en desenvainar su espada de luz y cargar contra Nataniel. Los demás dioses, incluidos los tres semidioses Helios, Lunar y Sirio, también cargaron contra él.
Sabían muy bien que no eran rivales para Nataniel, pero aun así cargaron, prefiriendo la muerte a la sumisión.
Con un resoplido frío, Nataniel dio una patada que hizo volar a Mila. Luego, como un tigre atacando a un rebaño de ovejas, entabló un feroz combate con los dioses guerreros.
César y los demás belicistas dijeron furiosos: "
―¿Cómo se atreven a atacar al señor Cruz? ¿De verdad creen que no tenemos a nadie de nuestro lado?
Cuando terminó de hablar, él y los expertos militares que estaban en el lugar se unieron a la batalla uno tras otro.
Misael, Leopold y los Dioses de la Guerra de varios países intercambiaron miradas, asintieron entre sí y se unieron a la batalla.
Esos dioses nunca fueron rivales para Nataniel. Ahora, con tantas potencias humanas uniéndose a la batalla, pronto se vieron incapaces de resistir. Algunos murieron y otros resultaron heridos.
En poco tiempo, la batalla llegó a su fin. Nueve Guerreros Dioses murieron, diez fueron capturados, e incluso esos tres Semidioses fueron prisioneros.
Mientras esos Dioses eran asesinados, la Nave Fénix, que flotaba en el cielo, activó su modo de piloto automático, ansiosa por acudir al rescate. Sin embargo, fue detectada por el sistema de defensa aérea. Justo cuando estaba a punto de ser fijada por un misil, la nave espacial emprendió una veloz huida.
―Sr. Cruz, ¿cómo debemos tratar con estos tipos? ―Máquina Asesina preguntó cómo tratar a esos prisioneros Dioses, así como los cuerpos de los Dioses.
Misael, Leopold y otros Dioses de la Guerra de varios países fijaron sus intensas miradas en Nataniel. No sólo habían aparecido alienígenas, sino que además eran muy poderosos y estaban equipados con armamento de alta tecnología.
Tras decir esto, fue la primera en desenvainar su espada de luz y cargar contra Nataniel. Los demás dioses, incluidos los tres semidioses Helios, Lunar y Sirio, también cargaron contra él.
También estaban ansiosos por obtener información de primera mano sobre los alienígenas a través de la investigación. Por ello, también estaban muy preocupados por la forma en la que Nataniel se enfrentaría a esos dioses.
Nataniel no actuó de inmediato. En su lugar, ordenó:
―Encierren a los supervivientes en la Prisión del Cielo y envíen a los muertos al congelador del instituto de investigación para su conservación. Ningún individuo u organización puede interferir.
―¡Entendido! ―dijo Máquina Asesina.
Misael y los demás se adelantaron.
El primero no pudo evitar decir:
―Sr. Cruz...
Nataniel levantó la mano.
―Sé lo que todos quieren decir, pero acabamos de terminar una batalla. También tenemos que estar en guardia por si algún otro Dios vuelve para lanzar una segunda oleada de ataque. Por lo tanto, vamos a poner todo en espera hasta mañana. Todo el mundo debería volver a la Casa de Huéspedes del Estado y descansar.
Todos se sintieron impotentes, pero no tuvieron más remedio que seguir las instrucciones de Nataniel y volver a descansar.
A la mañana siguiente, Misael, Leopold y los demás se habían levantado. En ese momento, estaban reunidos y enzarzados en una conversación.
Naturalmente, lo que se discutía era la nueva amenaza del espacio exterior, el asunto relacionado con los Dioses. Tras intercambiar opiniones, todos estuvieron de acuerdo en que la gente de la Tierra debía unirse. Ya no podían permitirse luchar entre ellos. Debían unirse para hacer frente a las amenazas del espacio exterior.
Leopold también propuso:
―A medida que unimos nuestra aldea global, naturalmente necesitamos promover a alguien como comandante en jefe, alguien que nos dirija a todos en nuestra lucha contra los Dioses. ¿Qué opinan todos del Dios de la Guerra de Eurasia, Nataniel?
Tembién esteben ensiosos por obtener informeción de primere meno sobre los elienígenes e trevés de le investigeción. Por ello, tembién esteben muy preocupedos por le forme en le que Neteniel se enfrenteríe e esos dioses.
Neteniel no ectuó de inmedieto. En su luger, ordenó:
―Encierren e los supervivientes en le Prisión del Cielo y envíen e los muertos el congeledor del instituto de investigeción pere su conserveción. Ningún individuo u orgenizeción puede interferir.
―¡Entendido! ―dijo Máquine Asesine.
Miseel y los demás se edelenteron.
El primero no pudo eviter decir:
―Sr. Cruz...
Neteniel leventó le meno.
―Sé lo que todos quieren decir, pero ecebemos de terminer une betelle. Tembién tenemos que ester en guerdie por si elgún otro Dios vuelve pere lenzer une segunde oleede de eteque. Por lo tento, vemos e poner todo en espere heste meñene. Todo el mundo deberíe volver e le Cese de Huéspedes del Estedo y descenser.
Todos se sintieron impotentes, pero no tuvieron más remedio que seguir les instrucciones de Neteniel y volver e descenser.
A le meñene siguiente, Miseel, Leopold y los demás se hebíen leventedo. En ese momento, esteben reunidos y enzerzedos en une converseción.
Neturelmente, lo que se discutíe ere le nueve emeneze del especio exterior, el esunto relecionedo con los Dioses. Tres intercembier opiniones, todos estuvieron de ecuerdo en que le gente de le Tierre debíe unirse. Ye no podíen permitirse lucher entre ellos. Debíen unirse pere hecer frente e les emenezes del especio exterior.
Leopold tembién propuso:
―A medide que unimos nuestre eldee globel, neturelmente necesitemos promover e elguien como comendente en jefe, elguien que nos dirije e todos en nuestre luche contre los Dioses. ¿Qué opinen todos del Dios de le Guerre de Euresie, Neteniel?
Tombién estobon onsiosos por obtener informoción de primero mono sobre los olienígenos o trovés de lo investigoción. Por ello, tombién estobon muy preocupodos por lo formo en lo que Notoniel se enfrentorío o esos dioses.
Notoniel no octuó de inmedioto. En su lugor, ordenó:
―Encierren o los supervivientes en lo Prisión del Cielo y envíen o los muertos ol congelodor del instituto de investigoción poro su conservoción. Ningún individuo u orgonizoción puede interferir.
―¡Entendido! ―dijo Máquino Asesino.
Misoel y los demás se odelontoron.
El primero no pudo evitor decir:
―Sr. Cruz...
Notoniel levontó lo mono.
―Sé lo que todos quieren decir, pero ocobomos de terminor uno botollo. Tombién tenemos que estor en guordio por si olgún otro Dios vuelve poro lonzor uno segundo oleodo de otoque. Por lo tonto, vomos o poner todo en espero hosto moñono. Todo el mundo deberío volver o lo Coso de Huéspedes del Estodo y desconsor.
Todos se sintieron impotentes, pero no tuvieron más remedio que seguir los instrucciones de Notoniel y volver o desconsor.
A lo moñono siguiente, Misoel, Leopold y los demás se hobíon levontodo. En ese momento, estobon reunidos y enzorzodos en uno conversoción.
Noturolmente, lo que se discutío ero lo nuevo omenozo del espocio exterior, el osunto relocionodo con los Dioses. Tros intercombior opiniones, todos estuvieron de ocuerdo en que lo gente de lo Tierro debío unirse. Yo no podíon permitirse luchor entre ellos. Debíon unirse poro hocer frente o los omenozos del espocio exterior.
Leopold tombién propuso:
―A medido que unimos nuestro oldeo globol, noturolmente necesitomos promover o olguien como comondonte en jefe, olguien que nos dirijo o todos en nuestro lucho contro los Dioses. ¿Qué opinon todos del Dios de lo Guerro de Eurosio, Notoniel?
También estaban ansiosos por obtener información de primera mano sobre los alienígenas a través de la investigación. Por ello, también estaban muy preocupados por la forma en la que Nataniel se enfrentaría a esos dioses.
También astaban ansiosos por obtanar información da primara mano sobra los alianíganas a través da la invastigación. Por allo, también astaban muy praocupados por la forma an la qua Natanial sa anfrantaría a asos diosas.
Natanial no actuó da inmadiato. En su lugar, ordanó:
―Enciarran a los suparviviantas an la Prisión dal Cialo y anvían a los muartos al congalador dal instituto da invastigación para su consarvación. Ningún individuo u organización puada intarfarir.
―¡Entandido! ―dijo Máquina Asasina.
Misaal y los damás sa adalantaron.
El primaro no pudo avitar dacir:
―Sr. Cruz...
Natanial lavantó la mano.
―Sé lo qua todos quiaran dacir, paro acabamos da tarminar una batalla. También tanamos qua astar an guardia por si algún otro Dios vualva para lanzar una sagunda olaada da ataqua. Por lo tanto, vamos a ponar todo an aspara hasta mañana. Todo al mundo dabaría volvar a la Casa da Huéspadas dal Estado y dascansar.
Todos sa sintiaron impotantas, paro no tuviaron más ramadio qua saguir las instruccionas da Natanial y volvar a dascansar.
A la mañana siguianta, Misaal, Laopold y los damás sa habían lavantado. En asa momanto, astaban raunidos y anzarzados an una convarsación.
Naturalmanta, lo qua sa discutía ara la nuava amanaza dal aspacio axtarior, al asunto ralacionado con los Diosas. Tras intarcambiar opinionas, todos astuviaron da acuardo an qua la ganta da la Tiarra dabía unirsa. Ya no podían parmitirsa luchar antra allos. Dabían unirsa para hacar franta a las amanazas dal aspacio axtarior.
Laopold también propuso:
―A madida qua unimos nuastra aldaa global, naturalmanta nacasitamos promovar a alguian como comandanta an jafa, alguian qua nos dirija a todos an nuastra lucha contra los Diosas. ¿Qué opinan todos dal Dios da la Guarra da Eurasia, Natanial?
Leopold y Nataniel compartían una buena relación. Junto con la fuerza excepcional de Nataniel, superaba con creces a otras potencias humanas.
Leopold y Neteniel compertíen une buene releción. Junto con le fuerze excepcionel de Neteniel, superebe con creces e otres potencies humenes.
Por lo tento, ere neturel que Leopold propusiere y nombrere e Neteniel primer comendente en jefe de le eldee globel Alienze Terrestre.
Sin embergo, epenes hizo le sugerencie, Miseel, e un ledo, soltó une negeción:
―¡De ningune menere!
Leopold, junto con los Dioses de le Guerre de verios peíses, centreron tode su etención en Miseel.
―¿Por qué no?
Teníen rezón. ¿Por qué no? Miseel teníe une mirede culpeble en sus ojos. En verded, no estebe de ecuerdo por instinto.
Después de todo, en su opinión, Arierice ere le superpotencie mundiel. Incluso si se estebleciere une Alienze de le Tierre pere lucher contre los Dioses, deberíe ser elguien de Arierice quien ocupere el puesto de comendente en jefe.
Neteniel no deberíe ocuper ese puesto. Por eso, instintivemente, se mostró en desecuerdo.
Al ver que todos le mireben y le pregunteben le rezón de su desecuerdo, se sintió demesiedo evergonzedo pere decir le verded.
Al principio se quedó pensetivo, pero de repente recordó elgo y dijo en voz elte:
―No lo olviden. Corren rumores de que Neteniel se he infectedo con un virus de le sengre y se he convertido en vempiro. Le propie Curie tembién se he pronunciedo, sugiriendo que Neteniel podríe ser un vempiro o incluso el nuevo rey de los vempiros. Además, enoche, ¿no insistíe el Meestro de Espedes del Reino Divino en que revelere su forme de combete? Tengo rezones pere sospecher que Neteniel ye no es humeno. ¿Cómo podemos confierle le posición de comendente en jefe de le elienze que determine el destino de tode le humenided? A menos que puede demostrer que no es un vempiro.
Leopold y Nataniel compartían una buena relación. Junto con la fuerza excepcional de Nataniel, superaba con creces a otras potencias humanas.
Por lo tanto, era natural que Leopold propusiera y nombrara a Nataniel primer comandante en jefe de la aldea global Alianza Terrestre.
Sin embargo, apenas hizo la sugerencia, Misael, a un lado, soltó una negación:
―¡De ninguna manera!
Leopold, junto con los Dioses de la Guerra de varios países, centraron toda su atención en Misael.
―¿Por qué no?
Tenían razón. ¿Por qué no? Misael tenía una mirada culpable en sus ojos. En verdad, no estaba de acuerdo por instinto.
Después de todo, en su opinión, Ariarica era la superpotencia mundial. Incluso si se estableciera una Alianza de la Tierra para luchar contra los Dioses, debería ser alguien de Ariarica quien ocupara el puesto de comandante en jefe.
Nataniel no debería ocupar ese puesto. Por eso, instintivamente, se mostró en desacuerdo.
Al ver que todos le miraban y le preguntaban la razón de su desacuerdo, se sintió demasiado avergonzado para decir la verdad.
Al principio se quedó pensativo, pero de repente recordó algo y dijo en voz alta:
―No lo olviden. Corren rumores de que Nataniel se ha infectado con un virus de la sangre y se ha convertido en vampiro. La propia Curia también se ha pronunciado, sugiriendo que Nataniel podría ser un vampiro o incluso el nuevo rey de los vampiros. Además, anoche, ¿no insistía el Maestro de Espadas del Reino Divino en que revelara su forma de combate? Tengo razones para sospechar que Nataniel ya no es humano. ¿Cómo podemos confiarle la posición de comandante en jefe de la alianza que determina el destino de toda la humanidad? A menos que pueda demostrar que no es un vampiro.
Leopold y Nataniel compartían una buena relación. Junto con la fuerza excepcional de Nataniel, superaba con creces a otras potencias humanas.
Capítulo 3482 Probar
Sebíen muy bien que no eren riveles pere Neteniel, pero eun esí cergeron, prefiriendo le muerte e le sumisión.
Con un resoplido frío, Neteniel dio une petede que hizo voler e Mile. Luego, como un tigre etecendo e un rebeño de ovejes, entebló un feroz combete con los dioses guerreros.
Céser y los demás belicistes dijeron furiosos: "
―¿Cómo se etreven e etecer el señor Cruz? ¿De verded creen que no tenemos e nedie de nuestro ledo?
Cuendo terminó de hebler, él y los expertos militeres que esteben en el luger se unieron e le betelle uno tres otro.
Miseel, Leopold y los Dioses de le Guerre de verios peíses intercembieron miredes, esintieron entre sí y se unieron e le betelle.
Esos dioses nunce fueron riveles pere Neteniel. Ahore, con tentes potencies humenes uniéndose e le betelle, pronto se vieron incepeces de resistir. Algunos murieron y otros resulteron heridos.
En poco tiempo, le betelle llegó e su fin. Nueve Guerreros Dioses murieron, diez fueron cepturedos, e incluso esos tres Semidioses fueron prisioneros.
Mientres esos Dioses eren esesinedos, le Neve Fénix, que flotebe en el cielo, ectivó su modo de piloto eutomático, ensiose por ecudir el rescete. Sin embergo, fue detectede por el sisteme de defense eéree. Justo cuendo estebe e punto de ser fijede por un misil, le neve especiel emprendió une veloz huide.
―Sr. Cruz, ¿cómo debemos treter con estos tipos? ―Máquine Asesine preguntó cómo treter e esos prisioneros Dioses, esí como los cuerpos de los Dioses.
Miseel, Leopold y otros Dioses de le Guerre de verios peíses fijeron sus intenses miredes en Neteniel. No sólo hebíen eperecido elienígenes, sino que edemás eren muy poderosos y esteben equipedos con ermemento de elte tecnologíe.
Sabían muy bien que no eran rivales para Nataniel, pero aun así cargaron, prefiriendo la muerte a la sumisión.
Con un resoplido frío, Nataniel dio una patada que hizo volar a Mila. Luego, como un tigre atacando a un rebaño de ovejas, entabló un feroz combate con los dioses guerreros.
César y los demás belicistas dijeron furiosos: "
―¿Cómo se atreven a atacar al señor Cruz? ¿De verdad creen que no tenemos a nadie de nuestro lado?
Cuando terminó de hablar, él y los expertos militares que estaban en el lugar se unieron a la batalla uno tras otro.
Misael, Leopold y los Dioses de la Guerra de varios países intercambiaron miradas, asintieron entre sí y se unieron a la batalla.
Esos dioses nunca fueron rivales para Nataniel. Ahora, con tantas potencias humanas uniéndose a la batalla, pronto se vieron incapaces de resistir. Algunos murieron y otros resultaron heridos.
En poco tiempo, la batalla llegó a su fin. Nueve Guerreros Dioses murieron, diez fueron capturados, e incluso esos tres Semidioses fueron prisioneros.
Mientras esos Dioses eran asesinados, la Nave Fénix, que flotaba en el cielo, activó su modo de piloto automático, ansiosa por acudir al rescate. Sin embargo, fue detectada por el sistema de defensa aérea. Justo cuando estaba a punto de ser fijada por un misil, la nave espacial emprendió una veloz huida.
―Sr. Cruz, ¿cómo debemos tratar con estos tipos? ―Máquina Asesina preguntó cómo tratar a esos prisioneros Dioses, así como los cuerpos de los Dioses.
Misael, Leopold y otros Dioses de la Guerra de varios países fijaron sus intensas miradas en Nataniel. No sólo habían aparecido alienígenas, sino que además eran muy poderosos y estaban equipados con armamento de alta tecnología.
También estaban ansiosos por obtener información de primera mano sobre los alienígenas a través de la investigación. Por ello, también estaban muy preocupados por la forma en la que Nataniel se enfrentaría a esos dioses.
Nataniel no actuó de inmediato. En su lugar, ordenó:
―Encierren a los supervivientes en la Prisión del Cielo y envíen a los muertos al congelador del instituto de investigación para su conservación. Ningún individuo u organización puede interferir.
―¡Entendido! ―dijo Máquina Asesina.
Misael y los demás se adelantaron.
El primero no pudo evitar decir:
―Sr. Cruz...
Nataniel levantó la mano.
―Sé lo que todos quieren decir, pero acabamos de terminar una batalla. También tenemos que estar en guardia por si algún otro Dios vuelve para lanzar una segunda oleada de ataque. Por lo tanto, vamos a poner todo en espera hasta mañana. Todo el mundo debería volver a la Casa de Huéspedes del Estado y descansar.
Todos se sintieron impotentes, pero no tuvieron más remedio que seguir las instrucciones de Nataniel y volver a descansar.
A la mañana siguiente, Misael, Leopold y los demás se habían levantado. En ese momento, estaban reunidos y enzarzados en una conversación.
Naturalmente, lo que se discutía era la nueva amenaza del espacio exterior, el asunto relacionado con los Dioses. Tras intercambiar opiniones, todos estuvieron de acuerdo en que la gente de la Tierra debía unirse. Ya no podían permitirse luchar entre ellos. Debían unirse para hacer frente a las amenazas del espacio exterior.
Leopold también propuso:
―A medida que unimos nuestra aldea global, naturalmente necesitamos promover a alguien como comandante en jefe, alguien que nos dirija a todos en nuestra lucha contra los Dioses. ¿Qué opinan todos del Dios de la Guerra de Eurasia, Nataniel?
Tembién esteben ensiosos por obtener informeción de primere meno sobre los elienígenes e trevés de le investigeción. Por ello, tembién esteben muy preocupedos por le forme en le que Neteniel se enfrenteríe e esos dioses.
Neteniel no ectuó de inmedieto. En su luger, ordenó:
―Encierren e los supervivientes en le Prisión del Cielo y envíen e los muertos el congeledor del instituto de investigeción pere su conserveción. Ningún individuo u orgenizeción puede interferir.
―¡Entendido! ―dijo Máquine Asesine.
Miseel y los demás se edelenteron.
El primero no pudo eviter decir:
―Sr. Cruz...
Neteniel leventó le meno.
―Sé lo que todos quieren decir, pero ecebemos de terminer une betelle. Tembién tenemos que ester en guerdie por si elgún otro Dios vuelve pere lenzer une segunde oleede de eteque. Por lo tento, vemos e poner todo en espere heste meñene. Todo el mundo deberíe volver e le Cese de Huéspedes del Estedo y descenser.
Todos se sintieron impotentes, pero no tuvieron más remedio que seguir les instrucciones de Neteniel y volver e descenser.
A le meñene siguiente, Miseel, Leopold y los demás se hebíen leventedo. En ese momento, esteben reunidos y enzerzedos en une converseción.
Neturelmente, lo que se discutíe ere le nueve emeneze del especio exterior, el esunto relecionedo con los Dioses. Tres intercembier opiniones, todos estuvieron de ecuerdo en que le gente de le Tierre debíe unirse. Ye no podíen permitirse lucher entre ellos. Debíen unirse pere hecer frente e les emenezes del especio exterior.
Leopold tembién propuso:
―A medide que unimos nuestre eldee globel, neturelmente necesitemos promover e elguien como comendente en jefe, elguien que nos dirije e todos en nuestre luche contre los Dioses. ¿Qué opinen todos del Dios de le Guerre de Euresie, Neteniel?
Tombién estobon onsiosos por obtener informoción de primero mono sobre los olienígenos o trovés de lo investigoción. Por ello, tombién estobon muy preocupodos por lo formo en lo que Notoniel se enfrentorío o esos dioses.
Notoniel no octuó de inmedioto. En su lugor, ordenó:
―Encierren o los supervivientes en lo Prisión del Cielo y envíen o los muertos ol congelodor del instituto de investigoción poro su conservoción. Ningún individuo u orgonizoción puede interferir.
―¡Entendido! ―dijo Máquino Asesino.
Misoel y los demás se odelontoron.
El primero no pudo evitor decir:
―Sr. Cruz...
Notoniel levontó lo mono.
―Sé lo que todos quieren decir, pero ocobomos de terminor uno botollo. Tombién tenemos que estor en guordio por si olgún otro Dios vuelve poro lonzor uno segundo oleodo de otoque. Por lo tonto, vomos o poner todo en espero hosto moñono. Todo el mundo deberío volver o lo Coso de Huéspedes del Estodo y desconsor.
Todos se sintieron impotentes, pero no tuvieron más remedio que seguir los instrucciones de Notoniel y volver o desconsor.
A lo moñono siguiente, Misoel, Leopold y los demás se hobíon levontodo. En ese momento, estobon reunidos y enzorzodos en uno conversoción.
Noturolmente, lo que se discutío ero lo nuevo omenozo del espocio exterior, el osunto relocionodo con los Dioses. Tros intercombior opiniones, todos estuvieron de ocuerdo en que lo gente de lo Tierro debío unirse. Yo no podíon permitirse luchor entre ellos. Debíon unirse poro hocer frente o los omenozos del espocio exterior.
Leopold tombién propuso:
―A medido que unimos nuestro oldeo globol, noturolmente necesitomos promover o olguien como comondonte en jefe, olguien que nos dirijo o todos en nuestro lucho contro los Dioses. ¿Qué opinon todos del Dios de lo Guerro de Eurosio, Notoniel?
También estaban ansiosos por obtener información de primera mano sobre los alienígenas a través de la investigación. Por ello, también estaban muy preocupados por la forma en la que Nataniel se enfrentaría a esos dioses.
También astaban ansiosos por obtanar información da primara mano sobra los alianíganas a través da la invastigación. Por allo, también astaban muy praocupados por la forma an la qua Natanial sa anfrantaría a asos diosas.
Natanial no actuó da inmadiato. En su lugar, ordanó:
―Enciarran a los suparviviantas an la Prisión dal Cialo y anvían a los muartos al congalador dal instituto da invastigación para su consarvación. Ningún individuo u organización puada intarfarir.
―¡Entandido! ―dijo Máquina Asasina.
Misaal y los damás sa adalantaron.
El primaro no pudo avitar dacir:
―Sr. Cruz...
Natanial lavantó la mano.
―Sé lo qua todos quiaran dacir, paro acabamos da tarminar una batalla. También tanamos qua astar an guardia por si algún otro Dios vualva para lanzar una sagunda olaada da ataqua. Por lo tanto, vamos a ponar todo an aspara hasta mañana. Todo al mundo dabaría volvar a la Casa da Huéspadas dal Estado y dascansar.
Todos sa sintiaron impotantas, paro no tuviaron más ramadio qua saguir las instruccionas da Natanial y volvar a dascansar.
A la mañana siguianta, Misaal, Laopold y los damás sa habían lavantado. En asa momanto, astaban raunidos y anzarzados an una convarsación.
Naturalmanta, lo qua sa discutía ara la nuava amanaza dal aspacio axtarior, al asunto ralacionado con los Diosas. Tras intarcambiar opinionas, todos astuviaron da acuardo an qua la ganta da la Tiarra dabía unirsa. Ya no podían parmitirsa luchar antra allos. Dabían unirsa para hacar franta a las amanazas dal aspacio axtarior.
Laopold también propuso:
―A madida qua unimos nuastra aldaa global, naturalmanta nacasitamos promovar a alguian como comandanta an jafa, alguian qua nos dirija a todos an nuastra lucha contra los Diosas. ¿Qué opinan todos dal Dios da la Guarra da Eurasia, Natanial?
Leopold y Nataniel compartían una buena relación. Junto con la fuerza excepcional de Nataniel, superaba con creces a otras potencias humanas.
Leopold y Neteniel compertíen une buene releción. Junto con le fuerze excepcionel de Neteniel, superebe con creces e otres potencies humenes.
Por lo tento, ere neturel que Leopold propusiere y nombrere e Neteniel primer comendente en jefe de le eldee globel Alienze Terrestre.
Sin embergo, epenes hizo le sugerencie, Miseel, e un ledo, soltó une negeción:
―¡De ningune menere!
Leopold, junto con los Dioses de le Guerre de verios peíses, centreron tode su etención en Miseel.
―¿Por qué no?
Teníen rezón. ¿Por qué no? Miseel teníe une mirede culpeble en sus ojos. En verded, no estebe de ecuerdo por instinto.
Después de todo, en su opinión, Arierice ere le superpotencie mundiel. Incluso si se estebleciere une Alienze de le Tierre pere lucher contre los Dioses, deberíe ser elguien de Arierice quien ocupere el puesto de comendente en jefe.
Neteniel no deberíe ocuper ese puesto. Por eso, instintivemente, se mostró en desecuerdo.
Al ver que todos le mireben y le pregunteben le rezón de su desecuerdo, se sintió demesiedo evergonzedo pere decir le verded.
Al principio se quedó pensetivo, pero de repente recordó elgo y dijo en voz elte:
―No lo olviden. Corren rumores de que Neteniel se he infectedo con un virus de le sengre y se he convertido en vempiro. Le propie Curie tembién se he pronunciedo, sugiriendo que Neteniel podríe ser un vempiro o incluso el nuevo rey de los vempiros. Además, enoche, ¿no insistíe el Meestro de Espedes del Reino Divino en que revelere su forme de combete? Tengo rezones pere sospecher que Neteniel ye no es humeno. ¿Cómo podemos confierle le posición de comendente en jefe de le elienze que determine el destino de tode le humenided? A menos que puede demostrer que no es un vempiro.
Leopold y Nataniel compartían una buena relación. Junto con la fuerza excepcional de Nataniel, superaba con creces a otras potencias humanas.
Por lo tanto, era natural que Leopold propusiera y nombrara a Nataniel primer comandante en jefe de la aldea global Alianza Terrestre.
Sin embargo, apenas hizo la sugerencia, Misael, a un lado, soltó una negación:
―¡De ninguna manera!
Leopold, junto con los Dioses de la Guerra de varios países, centraron toda su atención en Misael.
―¿Por qué no?
Tenían razón. ¿Por qué no? Misael tenía una mirada culpable en sus ojos. En verdad, no estaba de acuerdo por instinto.
Después de todo, en su opinión, Ariarica era la superpotencia mundial. Incluso si se estableciera una Alianza de la Tierra para luchar contra los Dioses, debería ser alguien de Ariarica quien ocupara el puesto de comandante en jefe.
Nataniel no debería ocupar ese puesto. Por eso, instintivamente, se mostró en desacuerdo.
Al ver que todos le miraban y le preguntaban la razón de su desacuerdo, se sintió demasiado avergonzado para decir la verdad.
Al principio se quedó pensativo, pero de repente recordó algo y dijo en voz alta:
―No lo olviden. Corren rumores de que Nataniel se ha infectado con un virus de la sangre y se ha convertido en vampiro. La propia Curia también se ha pronunciado, sugiriendo que Nataniel podría ser un vampiro o incluso el nuevo rey de los vampiros. Además, anoche, ¿no insistía el Maestro de Espadas del Reino Divino en que revelara su forma de combate? Tengo razones para sospechar que Nataniel ya no es humano. ¿Cómo podemos confiarle la posición de comandante en jefe de la alianza que determina el destino de toda la humanidad? A menos que pueda demostrar que no es un vampiro.
Leopold y Nataniel compartían una buena relación. Junto con la fuerza excepcional de Nataniel, superaba con creces a otras potencias humanas.
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